martes, 22 de mayo de 2007

TIC - TAC


Cuando cierro los ojos
no puedo evitar
imaginar la muerte.
Veo mi cuerpo,
despojado de alma,
yaciendo aplastado
bajo un enorme reloj.
Recupero mi juicio.
Siento la vida.
Y comprendo
con crudo dolor.
No era en mi mente.
La muerte,
en manos del tiempo
Ya sucedió.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

para algunos poetas la muerte es una fría compañera, para ciertos existencialistas sólo un cambio de escenario, para los suicidas un remedio, para los creyentes la bendición de llegar al cielo.
Para algunos una causa, para otros un remedio, pero desde que te conoci, amor he comprobado que pensar en la muerte es una perdida de tiempo.

Toni dijo...

Me encanta, sencillamente. Es un sentimiento que yo he tenido en infinidad de ocasiones y que lo expresas, como ya es habitual, con total maestría.
Un beso

Toni dijo...

Me encanta, sencillamente. En infinidad de ocasiones yo he tenido ese mismo sentimiento que, como ya es habitual, expresas con total maestría.
Un beso fuerte.